13 enero, 2017

¿Influyen este año los Globos de Oro más que nunca en los Oscar?

Desde hace años se ha dicho que los Globos de Oro son la antesala de los Oscar. De hecho, a lo largo de la historia en dos de cada tres ceremonias de los premios que entrega la crítica extranjera en Hollywood las películas galardonadas han sido las mismas que finalmente se han llevado el Oscar. Claro que, si tenemos en cuenta que los Globos de Oro tienen categorías distintas para Comedia o Musical y Película Dramática, la coincidencia es menos reveladora de lo que pudiera parecer. Aunque en las últimas ediciones el porcentaje ha bajado considerablemente, y el perfil de los que eligen uno y otro premio no puede ser más diferente: La Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood que otorga los Globos de Oro cada año, está formada por cerca de 90 periodistas extranjeros, con solo tres españoles: Rocío Ayuso, corresponsal de El País, Gabriel Lerman, corresponsal de La Vanguardia y Paz Mata, corresponsal de El Periódico. Por su parte, la Academia de Hollywood la conforman más de 6.000 profesionales del cine a lo largo y ancho del mundo. 

Sin embargo, este año se han dado dos circunstancias inéditas en los Globos de Oro que podrían definir más claramente a la ganadora del Oscar: Por un lado, La ciudad de las estrellas (Damien Chazelle, 2016) ha conseguido el récord de premios que nunca se ha llevado otra película en los Golden Globes. En total, ocho galardones que la sitúan como el film más premiado hasta el momento.  

Por otro lado, el hecho insólito de que la Academia de Hollywood haya decidido, por primera vez en su historia, ampliar el plazo de votaciones para sus nominaciones hasta el mes de enero, de forma que los Globos de Oro se han entregado cinco días antes que se cierren las votaciones para los académicos de Hollywood (la fecha límite es precisamente hoy, viernes 13 de enero). Nunca antes se había producido esta circunstancia, y nunca antes los Globos de Oro habían tenido la capacidad de influir, no ya en los premiados, sino también en los nominados.

¿Esto puede influir positiva o negativamente en las películas premiadas? En el caso de los filmes favoritos, puede ser positivo en cuanto a sus posibilidades de nominaciones. Es así para las grandes triunfadoras de la ceremonia de los Globos de Oro: la mencionada La ciudad de las estrellas, ganadora en la categoría de Comedia o Musical, y la otra vencedora, Moonlight (Barry Jenkins, 2016), como Mejor Película Dramática. Y también pueden serlo para algunos de los nombres sorpresa de esta edición de los Globos de Oro como el actor Aaron Taylor-Johnson, que consiguió el galardón como Mejor Secundario por su buen trabajo en Animales nocturnos (Tom Ford, 2016), y que hasta el momento no aparecía en las quinielas de cara a los Oscar, por lo que su nominación podría darle posibilidades inéditas hasta la fecha, frente al que hasta el momento sonaba como favorito, el actor afroamericano Mahershala Ali, intérprete en Moonlight.

En la parte negativa, los Globos de Oro han confirmado las pocas posibilidades que pueden tener en los Oscar títulos que, en otras circunstancias, podrían haber sido favoritos, pero que este año están siendo fagocitados por la pugna entre La ciudad de las estrellas, Moonlight y, en menor medida, La llegada (Denis Villeneuve, 2016), que solo tuvo dos nominaciones a los Globos de Oro pero que ha logrado ocho nominaciones para los BAFTA. Hablamos de películas como Silencio (Martin Scorsese, 2016), Hasta el último hombre (Mel Gibson, 2016) o Jackie (Pablo Larraín, 2016), e incluso de Fences (Denzel Washington, 2016), que parecen ir desinflándose a medida que se van dando a conocer premios y nominaciones.

Lo más curioso será ver si los Globos de Oro terminan influyendo en un caso insólito y llamativo. El de la controvertida película francesa Elle (Paul Verhoeven, 2016), que se ha alzado con el Globo de Oro a Mejor Película Extranjera y el de Mejor Actriz Dramática para Isabelle Huppert. Como ya comentamos en un post anterior, numerosos académicos se han negado a verla debido a la escena de violación con la que comienza, y a esa especie de huella de justificación de la violencia machista que algunos (los menos despiertos) han visto en la película. Y esto sin duda ha influido en su ausencia de la shortlist de las películas que optan al Oscar en la categoría de Film de Habla no Inglesa, y podría hacerlo también en el de Isabelle Huppert, por cuya nominación al Oscar está luchando denodadamente Sony, su distribuidora en Estados Unidos. Evidentemente, que críticos extranjeros acaben premiando a una actriz francesa no es de extrañar; pero su influencia en unos académicos que, en muchos casos, ven con prejuicios la película, es más que dudoso.

Esta semana se han dado a conocer también las nominaciones a los BAFTA, premio que otorga la Academia de Cine Británica, y las de la Asociación de Productores de Hollywood. Aunque su influencia no ha sido tan publicitada como la de los Globos de Oro, lo cierto es que la mayor parte de los miembros de la Academia inglesa son también miembros de la Academia de Hollywood, y por tanto hay que tenerlas muy en cuenta.

La lectura que se puede hacer de estas nominaciones se refiere, especialmente, a la consolidación de la película favorita, con las 11 nominaciones de La ciudad de las estrellas, pero sobre todo la introducción de algunos filmes que pueden tener especial protagonismo en los Oscar: Animales nocturnos, con el mencionado Aaron Taylor-Johnson otra vez nominado pero también con sus nueve nominaciones que colocan a Tom Ford en buena posición de cara a lograr un Oscar al Guión Adaptado; La llegada, también con nueve nominaciones, y como una posible competidora de fuerza en las principales categorías; Manchester frente al mar (Kenneth Lonergan, 2016), sobre todo con un Casey Affleck que, si no fuera por Ryan Gosling y el huracán La La Land podría dar la sorpresa en los Oscar; y en menor medida Figuras ocultas (Theodore Melfi, 2016), una nueva reivindicación de la influencia afroamericana en la sociedad norteamericana que, con Loving (Jeff Nichols, 2016) y Moonlight (Barry Jenkins, 2016) forman el trío de ases del black power este año, y vienen compitiendo especialmente en la categoría de Guión original. Aunque los indicios apuntan a que la gran favorita para obtener el Oscar al Guión es, una vez más, La ciudad de las estrellas, a pesar de que entre sus valores no está precisamente éste.

No podemos olvidar la inclusión en todos los premios del thriller Comanchería (David Mackenzie, 2016), que podría colocarse entre las nominadas al Oscar incluso como Mejor Película, pero sobre todo por el magnífico trabajo como secundario del actor Jeff Bridges, el único que podría hacerle sombra a Aaron Taylor-Johnson en los Oscar (en nuestra opinión es mucho más complejo el personaje del primero que el del segundo). Incluso esta semana la sorpresa ha llegado con las nominaciones de los Producers Guild Awards, que han incluido Deadpool (Tim Miller, 2016) entre sus candidatas (solo premian el trabajo de producción). Teniendo en cuenta que las nominaciones a los Oscar las votan los diferentes sectores que forman la Academia de Hollywood, podemos decir que las finalistas de los PGA Awards están muy cerca de ser los principales candidatos al Oscar.

Dentro de poco más de diez días, el 24 de enero, se despejarán las dudas con el anuncio de las nominaciones a los Oscar. Y veremos si La ciudad de las estrellas (Damien Chazell, 2016) es la película del año, como todas las quinielas ya predicen, o la Academia de Hollywood sorprenderá apoyando a su principal rival, el drama homosexual Moonlight (Barry Jenkins, 2016). 



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